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El Municipio de Tejeda, situado en la Isla de Gran Canaria, es uno de los más visitados por turistas de todo el mundo. Ha sido declarado uno de los Pueblos más Bonitos de España. Sus casas típicas, su entorno natural, su gastronomía y su importante historia aborigen son grandes reclamos para los visitantes. Uno de esos reclamos es el espectáculo de color que nos ofrecen sus bonitos almendros en flor.
El municipio grancanario de Tejeda cada año, entre enero y febrero, se viste de color y fantasía con sus almendros en flor
Esta bonita localidad ofrece un sinfín de posibilidades de disfrutar a cada paso. Su historia data del siglo III D.C. Ya los antiguos aborígenes supieron valorar la singularidad de esta maravillosa zona. Estos se asentaron en las cuevas existentes y a día de hoy algunas siguen cumpliendo su función de vivienda.
Si hay algo que atrapa al visitante es la hospitalidad de sus habitantes. Sus tradiciones ganaderas y agrarias se conservan hoy en día. Destaca su exquisita elaboración de quesos artesanales de fama mundial. También es famosa por sus almendros, con los que con sus frutos se elaboran exquisitos dulces, como el mazapán y el bienmesabe.
Si queremos admirar estos increíbles árboles en flor, ahora es el momento. Sus distintas rutas de senderismo nos ofrece la oportunidad de admirar un paisaje único. Existen rutas con distintos niveles de dificultad, por lo que puede disfrutar toda la familia de un bonito día.
Vídeo:
Uno de los senderos preferidos por las familias es la ruta circular que parte de Cuevas Caídas, El Almendro, El Carboneo, La Culata y de vuelta a Cuevas Caídas. Su recorrido no supera los 6 kilómetros y con un desnivel de 300 metros. Esta preciosa ruta nos ofrece unas increíbles panorámicas de Tejeda y nos maravillarán sus almendros.
Si deseamos hacer una ruta con un nivel más alto de dificultad podemos optar por la circular que parte desde el casco urbano de Tejeda. El sendero nos llevará al bonito Charco de Las Palomas, el Mirador de la Becerra, seguirá hasta la Cruz de Tejeda y se regresará al punto de partida. Su distancia es de aproximadamente 12 kilómetros con un desnivel de 710 metros, por lo que su nivel de dificultad es moderado.
Hagamos la ruta que hagamos, no debemos de irnos de este bonito pueblo sin deleitar algunos de sus dulces típicos elaborados con el rico fruto de sus almendros.
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