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El Parque Rural de Anaga nos ofrece infinidad de senderos. Con cada uno de ellos disfrutaremos de la naturaleza en todos los sentidos. El Caserío de Roque Negro, situado en la zona alta del Valle de Afur nos ofrece una ruta circular que nos llevará por rincones mágicos.
Roque Negro es un bonito caserío del Parque Rural de Anaga, donde la formación geológica del mismo nombre ocupa un lugar de honor en el paisaje
El Parque Rural de Anaga fue declarado en junio de 2015 Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Son innumerables las razones. Cuenta con numerosos atractivos turísticos, con sus áreas de ocio, naturaleza, senderismo, cultura, historia, etc.
En sus 14.500 hectáreas cuenta con un sinfín de rincones que maravillarán a los visitantes. Sus increíbles barrancos, valles, playas, cascadas, etc. son el lienzo perfecto para los amantes de la fotografía y la naturaleza.
Uno de esos maravillosos rincones es el Caserío de Roque Negro. La increíble formación rocosa fonolítica que da nombre a este lugar es de un color negruzco, que se debe a la filtración del agua en la roca y que alimenta al líquen que nace en sus paredes.
Este lugar, además de su importancia natural, también la tiene histórica. Desde 1496 los conquistadores de la Isla lo sometieron a explotación forestal. En el siglo XVIII se convertiría en lugar de cultivo, hasta nuestros días.
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Desde este mágico rincón de Anaga parte una de las rutas más bonitas del Parque. Parte desde el mismo Caserío y nos llevará a Los Lavaderos, a la Degollada de las Hijas, al Caserío de Lomo Bicho, al Barranco de la Porquera y finalizando en Roque Negro. Su distancia es de aproximadamente 8 kilómetros Tiene un nivel de dificultad medio por el desnivel del terreno y por las condiciones del sendero. Hay que puntualizar que en épocas de lluvia hay que tener especial cuidado con los posibles resbalones en las pronunciadas bajadas. Es conveniente llevar un calzado adecuado para terrenos húmeros y llevar bastones de senderismo.
Este sendero nos brinda la oportunidad de disfrutar de increíbles paisajes, que nos hacen volar la imaginación a épocas remotas, prehistóricas. Disfrutaremos de zonas de labranza, donde la amabilidad de los vecinos es una constante. Nos quedaremos extasiados con sus bosques de laurisilva perfectamente conservados. Pasaremos por zonas de monte bajo y nos maravillaremos con sus distintos miradores naturales, que nos ofrecen las mejores vistas de este Parque Rural único en el mundo.
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Imagen de Portada: Ignacio Cabrera Santana
