El pequeño pueblo de Nocedo de Curueño, en León, esconde dos de los rincones naturales con más magia de nuestro país: la Cascada del Valdorria y el Bosque de las Hadas. Este pequeño pueblo del Municipio de Valdepiélago cuenta con apenas una veintena de casas situadas a la vera de un bonito río.
La Cascada de Valdorria y el Bosque de las Hadas ofrece al visitante un mágico entorno con majestuosos robles, abedules, fresnos y avellanos
Nocedo de Curueño es una pequeña aldea del municipio leonés de Valdepiélago. Es el lugar ideal para desconectar un fin de semana. Su paz y tranquilidad nos hará recargar energías y empaparnos de una naturaleza única.
La Cascada de Valdorria también es llamada Cascada de Cola de Caballo de Nocedo de Curueño. Esta ruta es muy sencilla de realizar, pero se debe consultar el caudal que lleve el río, puesto que puede hacer dificultoso los trayectos que pasa por su margen. Su recorrido circular total es de unos 7,5 kilómetros y con desnivel de unos 350 metros.
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Comienza casi a los pies de esta impresionante cascada. Desde el parking habilitado se llega a través de una plataforma de hierro. Al final de la plataforma hay un pequeño mirador para poder admirar el esplendor de este increíble salto de agua.
A partir de aquí, siguiendo el margen izquierdo del río tomaremos el sendero que nos conducirá al mágico Bosque de las Hadas. El sendero transcurre entre zonas boscosas y zonas más abiertas. Se irá en descenso en varias ocasiones para ir por el cauce del río, siempre yendo con precaución según el caudal que lleve.
Esta senda nos llevará por arroyos, pozos, ríos, increíbles ríos, maravillosos saltos de agua, … Finalmente, si nos sentimos con fuerzas, subiremos a la Ermita de San Froilán. Para ellos debemos sortear 365 escalones. Al llegar se podrá disfruta de una maravillosa panorámica del lugar.
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Imagen de portada: Menudo es León