Sin duda alguna Islandia es un país que brinda al visitante una gran variedad de experiencias. Para los amantes del senderismo, aquí tenemos la oportunidad de deleitarnos con majestuosos paisajes que parecen de otro planeta.
Islandia es un país con unos paisajes únicos, que te hacen sentir estar en el fin del mundo
Este país, que es la segunda isla más grande de Europa después de Gran Bretaña, cuenta apenas con trescientos mil habitantes. Su economía se basa en la pesca, producción de aluminio y el turismo. Este último llega atraído por la magia de sus paisajes, por la magia de su naturaleza salvaje.
Es una isla básicamente volcánica, con muy poca vegetación. Sus distintas rutas de senderismo radican alrededor de Reikiavik, su capital, de zonas montañosas y del glaciar de Vatnajökulspjódgardur. Cualquier sendero que hagamos nos dejará plenamente satisfechos y con ganas de más. Por lo que si elegimos nuestras vacaciones en este maravilloso país debemos calcular bien los días, porque siempre nos quedarán muchas zonas que visitar. Y también, debemos tener en cuenta la época del año que lo visitaremos, los mejores meses son julio y agosto.
La ruta más popular es el sendero de Laugavegur, visitado por cientos de turistas en verano. Los amantes del senderismo disfrutarán de la montaña, ríos, fuentes termales, lagos y glaciares.
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Una de las rutas imprescindibles al visitar Islandia es la de la cumbre de Kristinartindar. Es una ruta con un nivel de dificultad moderado-alto, pero vale la pena hacerla. Está situado en el Parque Nacional de Skaftafell. La recompensa al llegar a la cima son las espectaculares vistas al glaciar de Vatnajökulspjódgardur.
Si disponemos de varios días no debemos perdernos la travesía de Landmannalaugar, considerada la más espectacular de Islandia. Para realizarla debemos de disponer de 4 días, en los que se caminará por impresionantes volcanes y se pernoctará en refugios. Sus paisajes son únicos, de hecho es una de las rutas más demandadas. Las rutas no tienen a penas desnivel, por lo que no tenemos excusa para no hacerla.
Además del senderismo, en este maravilloso país se puede hacer mil cosas más: avistamiento de ballenas, relajarnos en el Spa de la Laguna Azul, visita a la cascada de Dettifoss, disfrutar de los fiordos, sumergirnos en manantiales naturales de agua caliente, maravillarnos con las auroras boreales, excursiones en moto de nieve y, como no, disfrutar del ocio nocturno que nos brinda su capital.
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