Un viaje de senderismo puede ser una excusa fantástica para conocer Bulgaria. Es un país todavía desconocido en Europa, pero cuenta con una historia impresionante, pueblos auténticos y una naturaleza virgen y perfecta para la práctica del senderismo.
Las montañas de Bulgaria cuentan con más de 35.000 km. de senderos
Bulgaria es un país donde la montaña está llena de mucha historia y cultura con picos que alcanzan casi a los 3000m. y cientos de senderos con rutas realmente espectaculares
Los parques nacionales de Rila y Pirin son las montañas perfectas donde disfrutar, no solo de unos días magníficos de senderismo sino también de la rica cultura que nos ofrece Bulgaria.
Los macizos de Rila y Pirin son las montañas más altas de la península Balcánica y son un paraíso para los amantes del senderismo pero que también van buscando impregnarse de la cultura del Bulgaria. Estos Parques Nacionales están llenos de lagos y valles glaciares.
Además y como complemento al senderismo, nos encontramos pequeñas estaciones termales que son el perfecto lugar para relajarse después de una buena caminata.
Hacer senderismo en Bulgaria
La práctica del senderismo en Bulgaria es una gozada por muchas razones, una de ellas son los parques naturales y nacionales de Bulgaria que atesoran una enorme riqueza natural: una exhuberante naturaleza virgen, gran biodiversidad, plantas endémicas y raras especies de plantas y de animales, así como otros fenómenos naturales únicos. Actualmente son 3: Los Parques Nacionales “Rila”, “Pirin” y “Balcanes Centrales”
Rila y Pirin tienen tipología alpina. Poseen cumbres empinadas y picos agudos. El pico más alto de Bulgaria y de toda la región de los Balcanes es el de la montaña Musala (2.925 m), se encuentra en Rila, casi idéntica altura alcanza el pico Vihren (2.915 m) que pertenece a Pirin.
En las montañas búlgaras existen más de 35.000 km. de senderos marcados. Todo un regalo para los apasionados al senderismo. Una característica particular de las montañas de Bulgaria es que se puede llegar a casi todos los picos por encima de los 2.500 metros de altura sin tener que utilizar ayudas del tipo alpino. Las rutas de verano están señalizadas con pintura sobre las rocas y los árboles, mientras que las sendas de invierno tienen marcadores metálicos.